Sentirse como en casa

Reflexiones sobre la creación de espacios de sanación en la ciudad

Benedetta Tagliabue fundó EMBT en 1994 con su difunto esposo Enric Miralles. Recibió el encargo de diseñar Kālida Sant Pau, que forma parte de la red internacional de los Maggie’s Centres. Situado entre el histórico Hospital de Sant Pau, uno de los hitos del modernismo catalán de Lluís Domènech i Montaner y el nuevo hospital, este espacio está diseñado como un pabellón en el jardín donde se apoyan los enfermos de cáncer y sus familias y cuidadores. Kālida Sant Pau se inauguró en 2019 y en 2022 ha recibido la prestigiosa Medalla FAD por su arquitectura.

El comienzo: cómo surgió Kālida

Un grupo de mujeres vinieron a visitarme. Todas estas mujeres habían tenido un cáncer y ellas sabían mi historia porque Enric había muerto de un cáncer hacía pocos años. Entonces vinieron a hablarme de este proyecto y les dije que estaba a su disposición para hacer lo que quisieran. Pero cuando vinieron aquí era una idea genérica porque ellas no tenían un hospital que las ayudara. Fueron a hablar con muchos hospitales y la gente al Sant Pau les dijo que estaba interesado.

En un primer momento no sabíamos adónde iríamos porque nos pusieron primero en un lugar y después en otro. Al final cuando nos dieron el lugar definitivo fue muy bonito porque estamos como en el cojín del jardín, entre el hospital antiguo y el nuevo con un desnivel bastante impresionante que nos ha servido. Así que fuimos aceptando las cosas que íbamos encontrando e intentando interpretar lo que nos pedía el lugar, que entendimos que era un edificio que solucionara los dos niveles y que creara una relación con el jardín de arriba y con el patio de abajo.

La relación con el Hospital de Sant Pau y Domènech i Montaner

El Hospital de Sant Pau fue una influencia importante y queríamos tener una relación con la obra del arquitecto Domènech i Montaner, pero yo no quería copiar las cosas porque es que no puedes. No sería apropiado, incluso sería un poco ridículo. Así que no ha sido una referencia directa a su arquitectura floral, ha sido como jugar con los diferentes elementos. Por ejemplo, hacer que una baldosa de ese tamaño se transforme en el plano de todo el edificio. Un otro ejemplo son los dos colores de ladrillo en la fachada que son unas formas orgánicas que no son realmente florales, pero representan el cielo.

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Vista de la fachada, Kālida Sant Pau, Barcelona, 2019, Benedetta Tagliabue EMBT. Foto © Duccio Malagamba

Conectando el interior y el exterior

En las primeras maquetas que hicimos, inspiradas en la arquitectura floral de las baldosas de Domènech i Montaner no sabíamos dónde iba la cubierta, eran como una serie de patios exteriores y patios interiores y al principio te lo podías imaginar, podría estar cubierto aquí pero también podría estar descubierto. Así que desde el principio la idea era hacer una arquitectura donde la relación entre exterior e interior era muy porosa y cuando hemos hecho el edificio final hemos mantenido esta porosidad. Es como un abanico que abre y luego se rompe, con lo cual tienes el jardín que te entra por el máximo de lugares posibles. Al mismo tiempo, el jardín tiene una parte que está como vallada, como si fuera una habitación. Tienes todo este juego muy claro de que la mayor parte del jardín es como una habitación protegida debajo de la pérgola y el interior es como un lugar abierto al jardín.

Kālida y su espacio interior

Un elemento muy importante es la claraboya central. La luz entra y hace que el interior sea muy animado, pero a la vez muy acogedor porque hemos creado espacios donde la gente puede estar sola también. Esto funciona muy bien porque es una unidad con puertas correderas y el patio en el centro. Al mismo tiempo tienes todos estos rinconcitos que funcionan muy bien porque te puedes retirar, estar junto a la sala común pero que nadie se dé cuenta de ti e incluso los que trabajan también encuentran su rincón.

 

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Interior, Kālida Sant Pau, Barcelona, 2019, Benedetta Tagliabue EMBT. Foto © Duccio Malagamba

La ciudad y la naturaleza: sentirse en casa en la ciudad

 

Vivimos en ciudades donde la naturaleza escasea y por esto tenemos como una gran consideración sobre la misma. Pero la humanidad ha vivido en relación con la naturaleza la mayoría de los siglos. Por esto creo que es un deseo que tenemos dentro y que es muy necesario y creo que sería maravilloso hacer una arquitectura que utópicamente te proteja pero que te deje estar fuera en la naturaleza.

Hoy se está hablando mucho de la «healthy city» pero yo creo que lo que buscamos los arquitectos es la calidad. Queremos una arquitectura sana desde muchos puntos de vista, pero lo vamos descubriendo con el tiempo. Por ejemplo, ahora te das cuenta del porqué utilizar ciertos tipos de materiales, por qué sientes atracción por la madera y por la cerámica, porque son materiales que tienen una relación muy fuerte con la naturaleza, como los árboles y el barro.

Poco a poco, los edificios como Kālida me han hecho reflexionar sobre la salud y qué significa como estar en casa. Yo creo que esto es muy importante y podemos ver cómo en el pasado tenían estas ideas como Domènech i Montaner para el Hospital de Sant Pau, que era un hospital que debía funcionar muy bien, pero también hacer sentir bien a la gente que entraba en el recinto. De ahí los jardines, los pabellones en el jardín, todo en referencia simbólica a la naturaleza. Creo que esto es algo que vamos descubriendo, que no somos los primeros en pensar sobre esto, pero quizás somos los primeros que nos damos cuenta de que podemos considerarlo como una prioridad.

 

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Interior con la colaboración de Patricia Urquiola, Kālida Sant Pau, Barcelona, 2019, Benedetta Tagliabue EMBT. Foto © Duccio Malagamba

 

 

Sobre el trauma y los espacios que curan

El trauma es algo que hemos tenido que tratar mucho estos últimos dos años de pandemia. Pero creo que no se ha tomado el trauma como algo serio. Algo serio serían los gérmenes, la limpieza, y todo esto es verdad, pero la calidad y cómo se siente la gente es justo ahora cuando los médicos y los arquitectos se están dando cuenta de que también es muy importante. Cuando la gente se encuentra confortable, contenta, en un espacio de calidad, entonces tiene una reacción diferente, una manera de sentirse diferente, y esto también influye mucho en la salud. En la salud mental, el confort ayuda a alejarse del trauma.

Cuando pensamos en la ciudad, estamos también pensando en la salud, en que haya menos emisiones de CO2, que haya menos ruido, estas son cosas muy medibles. Pero también hay que pensar en la calidad de la ciudad porque entonces habrá menos trauma, menos estrés y más una sensación de me encuentro bien conjuntamente con el sentimiento de conexión, cosas que te hagan sentir conectado con los demás, esto es muy importante.

En Kālida buscamos todas cualidades en la arquitectura para crear un lugar que da permiso a la gente para pasarse y simplemente estar. No tenemos muchos sitios como estos hoy en día.

Esta entrevista fue realizada por Diane Gray. Ha sido editada y condensada.

Imagen principal: Vista aérea, Kālida Sant Pau, Barcelona, 2019, Benedetta Tagliabue EMBT. Foto © Duccio Malagamba